No es mi culpa

La muerte en la Cruz

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(Gris-azul – el color de la tormenta que siguió inmediatamente después de la crucifixión.)

San Lucas 23:44-49

44Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda la tierra quedó en oscuridad, 45 El sol dejó de brillar, y el velo del temple se rasgó por la mitad. 46 Jesús gritó con fuerza y dijo: “¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!” Y al decir esto, murió.

47Cuando el capitán romano vio lo que había pasado, alabó a Dios, diciendo: “De veras, este hombre era inocente.”

48Toda la multitud que estaba presente y que vio lo que había pasado, se fue de allí golpeándose el pecho. 49Pero todos los conocidos de Jesús, y también las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, se quedaron allí, mirando de lejos aquellas cosas.